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La ausencia de la Consciencia es la pobreza del hombre. La pobreza genera hambre y éste, genera dolor y miedo a poder sobrevivir. De este miedo nacen las culpas como justificación, pero generalmente están enfocadas en el otro. Cuando culpamos creamos un ambiente próspero para el odio y finalmente, este sentimiento se transforma en guerras.

En un estado de Consciencia más alto, podrás ver que todo esto es contigo mismo.Ves lo que no te animas a ver de ti mismo proyectado en otros y luchas contra ellos como responsables. Pero ellos son solo un reflejo de tu propio interior, parte de tu propio ser.

La pobreza que lleva al hambre es de conocimiento; pero cuidado, este no está en los libros sino en la Consciencia, alcanzable solo con la valentía de cuestionarse y no detenerse en el camino. Cada respuesta deberá llevarte a otra pregunta. Es el viaje más hermoso y honesto que debemos recorrer en nuestra vida. Si observas con valentía, podrás descubrir que tus enemigos existen solo dentro de ti y Tú los proyectas hacia afuera en otras personas, sean de tu familia, amigos o simples desconocidos.

Una vez conectado contigo mismo, podrás ver a los demás como parte de ti, descubriendo que los miedos y las mascaras que todos parecen tener no son más que tus propios temores reflejados en ellos. De no animarte a verlos dentro de ti, tu mente los seguirá proyectando hacia afuera, porque de alguna forma deberás encontrarte con ellos, así funciona, no se pueden tapar con las manos, no los puedes esconder, porque son más fuertes que tu creatividad y tu ingenio. Si sigues sin estar dispuesto, tu mente igual te los presentará donde tus ojos puedan verlos.

Ahora bien, para trabajar con ellos y saberlos como parte tuya, deberás tratarlos con amor y aceptación, solo así podrás observarlos sin juicios, entenderlos, conocerlos pero no interpretarlos. Un alto nivel de Consciencia te ayudará en este camino.

De esta forma y en el momento que dejes de perseguirlos fuera y etiquetarlos, en el momento en que entiendas que todo reside dentro de ti, en el mismo instante en que venzas el temor de entrar en lo más profundo de ti; te encontraras! Y en este viaje veras entre cosas que no te gustarán tanto, la belleza de tu propio ser; encontraras la paz y el amor que eres. Dejaras de etiquetar y juzgar, respetaras a todos y a todo lo que existe. Cuando te descubres como Amor, la guerra no tiene espacio.

Veras que todos y todo te pertenece.

Verás, que a todos y a todo le perteneces.

Eres simplemente TODO y eres sorprendentemente PARTE.

Si todavía sigues viendo la maldad en los otros, si sigues sintiéndote dueño de la verdad, si juzgas a los demás solo por no estar alineados contigo, seguramente poco sabes de ti mismo. Seguramente sea más fácil ocuparte de los otros que de ti mismo. ¿Te ha pasado? ¿Te está pasando?

Si crees que tienes la respuesta para los problemas de los demás, si te crees tan sabio para juzgar y dar consejos, pregúntate que tanto sabes de ti y fíjate que tan dura es la vara con la que te mides a ti mismo en comparación con la que usas para medir a los demás. Un viaje honesto y arriesgado a tu interior, una conexión con tu propio ser te mantendrá alejado del juicio, del consejo y respetaras a cada uno como es.

Preguntas para hacernos que ayudan:
1. ¿Que no estoy viendo de mí que a través de “X” que se me está mostrando? (PARA APRENDER)
2. Gracias, hay algo que me estás enseñando y todavía no tengo la capacidad de percibirlo. (PARA SANAR RELACIONES)


Salo


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